El voto no negativo

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Argentina se expresó a favor de un informe de la ONU que critica la democracia en Venezuela. Eso provocó ruido en la percepción de la política exterior del Gobierno. Para Yanina Jotayán, politóloga de la UNSJ, la posición de Argentina no es contra el país caribeño sino a favor de los derechos humanos.

 

Por Fabián Rojas

Lo que aconteció el martes en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue la votación y aprobación de dos resoluciones referidas a la cuestión de los derechos humanos en Venezuela. Una de ellas es de cooperación entre Venezuela y la ONU, promovida por este país, Siria, Irán y Turquía, para fortalecer el trabajo conjunto en derechos humanos con la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que desde hace dos años es la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Esta resolución tuvo 14 votos a favor, siete en contra y 26 abstenciones. En América Latina, por ejemplo a favor votó México y en contra lo hizo Chile. Argentina se abstuvo. Respecto de la segunda resolución, se trata de un Informe de la Alta Comisionada sobre la situación en Venezuela, sobre el que Argentina votó a favor, lo que implica para una parte del imaginario colectivo situarse en contra de Venezuela. El tema, como es sabido, provocó la renuncia de Alicia Castro a la Embajada de Rusia y causó un vendaval mediático respecto de la política exterior de Argentina.

Yanina Jotayán, politóloga, docente e investigadora de la UNSJ.

“Argentina se manifestó preocupada por esos informes que reportan violaciones a los derechos humanos; en ese sentido, de alguna manera esa postura ha reflejado la postura tradicional del Estado argentino frente a organismos internacionales con respecto de los derechos humanos. No obstante, creo que no se puede negar cierto intento de interferir en los asuntos internos de Venezuela, no por parte de Argentina, sino desde lo que hay detrás de esa resolución. Un pensador italiano decía que las intervenciones morales son las que preparan el terreno para una intervención militar. Es dilemático, el tema de Venezuela reviste una delicada situación para América Latina y creo que el gobierno (argentino) se encontró ante un dilema, aunque creo que fue coherente con esta tradición en política exterior de respeto a los derechos humanos”, analiza Yanina Jotayán, politóloga, docente e investigadora de la UNSJ.   

La politóloga sostiene que el informe sobre Venezuela en cuestión es bastante crítico. “En calidad de Alta Comisionada, Bachelet ya había estado en Venezuela y había tenido entrevistas con dirigentes políticos, funcionarios y así en su informe se plasmaba entrevistas con víctimas de violaciones a los derechos humanos. Según este informe, durante los últimos años hubo un deterioro del respeto a esos derechos, con una paulatina militarización de las instituciones del Estado. Eso es lo que dice el informe”, remarca. 

Yanina Jotayán expresa que al margen de que a Argentina esta votación en la ONU la llevó a una posición dilemática, “Estados Unidos siempre ha promovido, a nivel internacional, intervenciones militares en Venezuela. Pero yo preguntaría si en la intención de Estados Unidos de intervenir Venezuela está realmente la cuestión del respeto a los derechos humanos o hay otro intento más geopolítico, que tiene que ver con la lógica hegemónica del país del norte. Todo esto que pasó nos hace pensar también que, frente a los hechos, no hay respuestas unívocas. Pero creo que desde Argentina no hubo un cambio de postura respecto de Venezuela, pero sí un intento de respeto hacia una tradición en cuanto a derechos humanos”, subraya la investigadora.    

Imagen de portada: ONU/Eskinder Debebe (https://news.un.org/)