Subjetividad, Covid y capitalismo Siglo XXI

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Desde una consigna de la cátedra Política y Legislación Educacional, de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, de la Facultad de Filosofía, estudiantes elaboraron ensayos. Aquí, parte de uno de ellos, el cual pone en rica dialéctica la realidad política, económica y social con la constitución del sujeto político pedagógico en contexto de pandemia.

 

Por Fabián Rojas

“Conformación del Sujeto político pedagógico en situación de Pandemia en el escenario Neoliberal”, fue la consigna del trabajo requerido a estudiantes por el equipo docente de la cátedra Política y Legislación Educacional, de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Educación, de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA) de la UNSJ. “Todos los textos fueron impresionantes”, dijo una de las docentes, Geraldine Conte Grand. Revista la U repasa parte de uno de esos ensayos, realizado por Natalia Castro, Victoria Chirino y Sebastián Pelayes.

 “La pandemia es la tela invisible que viste al viejo orden mundial, quién avanza desnudo por calles por momentos desiertas y reflejado en pantallas que siguen día a día un camino descrito en un sinfín de datos, pero sin destino conocido”, dicen. El trabajo menciona que, sin salir de la lógica capitalista globalizada, es posible observar en la actualidad diferentes modelos de Estado. “La situación de pandemia lo que hace es poner al descubierto las características de estos modelos, lo que permite reconocerlos con mayor claridad a través de las políticas públicas que implementan”.

Afirman que la llegada al poder de Alberto Fernández en Argentina “se puede pensar en relación con un conjunto de demandas político-sociales-económicas que habían sido, en cierta forma, resueltas durante el período 2003-2015, y sobre las que se había retrocedido entre 2015 y 2019”. En relación a Brasil, alegan que para la llegada de Bolsonaro al poder se logró un cambio de modelo político por medio de la puesta en marcha de una maquinaria mediático-judicial. Refieren que la imagen de los candidatos del Partido de los Trabajadores (PT) fue duramente denostada con acusaciones de corrupción e ineficiencia y sostenidas por operaciones plurisectoriales. Además, anotan la construcción de opinión pública realizada por los medios de comunicación y las redes sociales, por medio de las noticias falsas, “que entre otras cosas llevaron al poder nada más y nada menos que al presidente de los Estados Unidos”. “El bombardeo mediático se coordina con un ataque judicial, con denuncias basadas en las acusaciones mediáticas, este sistema es conocido actualmente como lawfare y no está conducido principalmente por las demandas del ‘pueblo. El uso de estos medios es característico del Neoliberalismo del siglo XXI”, señalan, apoyándose en el investigador Carlos Vilas.

Escriben que hoy se puede observar con mayor claridad, ante la actual situación de pandemia, la distinción entre un Estado que interviene fuertemente en materia económica y social. Inyectando dinero para sostener determinados niveles de consumo, se muestra claramente la tendencia Neokeynesiana del gobierno argentino. Mientras que una actitud más flexibilizadora, con un Estado que se retira ante la crisis profundizada por la pandemia, en Brasil se observan los graves efectos del neoliberalismo en acción.

 

Las otras epidemias

La fuerte intervención estatal, principalmente en materia de prevención, apelando a medidas extremas como el aislamiento social obligatorio, sembró entre ciertos sectores la idea de que hay una tendencia creciente a utilizar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno. “Acusando a los Estados de propagar el miedo entre las sociedades para alimentar un círculo vicioso perverso, la limitación de la libertad impuesta por los gobiernos es aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla”, dicen, citando a Agamben. Y, hablando de las derechas en el mundo, mencionan el concepto de Vilas de “resonancias ideológicas nacionalistas; con una conducción fuertemente personalizada”: “Esta característica se refleja claramente en las realidades que se observan en los Estados Unidos o Europa, donde se observan constantes hechos graves de racismo, discriminación, segregacionismo y violencia institucional. Sobre esto, el filósofo esloveno Slavoj Žižek afirmaba a comienzos de la pandemia que ‘la propagación continua de la epidemia de coronavirus también ha desencadenado grandes epidemias de virus ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas, teorías de conspiración paranoicas, explosiones de racismo’”.

 

Pobreza política, se busca

En 2020, y en Argentina, “el ciclo lectivo apenas comenzado se mudaba a la virtualidad y nuevamente la pandemia muestra el deterioro institucional del sistema educativo. El cuerpo de docentes de todos los niveles y jurisdicciones comenzó a desplegar una serie de estrategias y metodologías, hasta este momento casi inexploradas. Los contenidos buscaban vías poco usadas como la televisión y la radio, para llegar a cada hogar. Les educadorxs hacen esfuerzos descomunales por preparar las guías pedagógicas y tratar de llegar a cada estudiante en cada rincón del país. Sin embargo, fue evidente el daño provocado por las políticas neoliberales del gobierno anterior. La desigualdad y la exclusión, cada vez más marcadas en los años del macrismo, ahora mostraban su más feroz versión. Al incremento de la pobreza económica y la restricción de recursos materiales y sociales, se sumaba la discontinuidad de planes fundamentales para el ejercicio más igualitario del derecho a la educación. Conectar Igualdad, completamente desmantelado; Plan Progresar, transformado en un sistema meritocrático de becas, y que en muchos casos se dejó de percibir; Desarticulación y desfinanciamiento al desarrollo tecnológico y digital de la cultura, la ciencia y el conocimiento, son sólo algunos de los ejemplos de que la educación era considerada un gasto. Además de ser una clara demostración de cómo lograr la Pobreza Política por medio de la educación, o de su abandono”, señalan Castro, Chirino y Pelayes.

 

No volver a “esa normalidad”

El ensayo afirma que, después de la pandemia, lo que ya “debería quedar claro es que no podemos aspirar a volver a la ‘normalidad’, pues esa normalidad es la que nos trajo hasta este punto. Ante las diferentes crisis por las que el capitalismo nos hizo navegar, y naufragar en más de una ocasión, surgieron algunas respuestas creativas y significativas que siempre resultaron importantes para absorber los efectos de la crisis. Algunas de ellas son pensadas por Svampa y Viale (2020) como parte de un necesario Nuevo Contrato Ecosocial y Económico. Esto implica, según les autorxs ‘dejar de mirar el Estado, los mercados, la familia, la comunidad, con lagañas tradicionales, (…) a repensar en una reconfiguración integral, esto es, social, sanitaria, económica y ecológica, que tribute a la vida y a los pueblos’. Este Nuevo Contrato presenta algunos ejes (…): un ingreso universal ciudadano, una reforma tributaria progresiva, la suspensión del pago de la deuda externa, un sistema nacional de cuidados y una apuesta seria a una transición socioecológica. Es muy importante tener en cuenta que estos temas están en discusión mucho antes de la aparición del Coronavirus. Pero, esta situación de emergencia justamente permite que estos temas emerjan y entren realmente en la agenda político-económica-social”. Y agregan: “Pensar en un ingreso para cada ciudadane, capaz de garantizar una vida digna, en base a la única condición de su existencia. Como afirman Svampa y Viales, ‘está desvinculado del empleo asalariado, no exige contraprestación alguna, no refuerza la trampa de la pobreza (como sucede con los planes sociales focalizados) ni el clientelismo, y pretende garantizar un piso suficiente para el acceso a consumos básicos’”.

 

A las grandes riquezas

Otro eje planteado de cara a esta crisis es un impuesto a las grandes riquezas. Dice el texto de la Licenciatura en Ciencias de la Educación: “Sin importar el signo político de los diferentes gobiernos del mundo, en muchos países se está considerando seriamente la idea de implementar, como mínimo, un impuesto a las grandes riquezas. La concentración de las riquezas que caracteriza a esta etapa del capitalismo globalizado y neoliberal es única en la historia, y va acompañada por una desigualdad también histórica. No es en vano recordar, además, que las grandes riquezas que encabezan los rankings de los informes financieros más relevantes se construyeron, en la gran mayoría de los casos, a partir de la especulación financiera. Especulación que lleva a las crisis como la de 2007-08 y que son resueltas por el salvataje de los Estados a bancos y financieras”.

 

Otra educación, otras preguntas

“Reconstruir este concepto de sujeto pedagógico –sostiene el ensayo- pone de manifiesto las matrices de aprendizaje y su funcionamiento como alusión a circunstancias previas que condicionan la relación con un/x Otrx. Incluso con nuevos objetos de conocimiento que posibiliten la ‘búsqueda de nuevos proyectos, el desarrollo de un pensamiento crítico y el trabajo compartido (que) permite desarticular los esquemas previos recibidos a lo largo de nuestras vidas y adquirir nuevos aprendizajes para operar en la realidad’ (Ritterstein). Es fundamental tener en cuenta la historicidad del sujeto pedagógico neoliberal para observar cómo a través de las lógicas del mercado configuran su estructura. De manera que comprenderlo como producto de las implicancias políticas dentro de un contexto signado por la pandemia nos desafía a situar como eje central las formas de concebir la educación, un giro que resignifique lo ‘educativo-escolar’ y avance acerca de la construcción de un sentido inacabado que dé lugar a la pregunta como estructurante que construye”.

La crisis, expone el texto, “desequilibra la existencia de un vínculo que se vuelve inestable, dependiente del capital cultural, social y principalmente económico en el cual se encuentren inmersos les estudiantes. Es necesario entonces traer al escenario educativo preguntas que posibiliten conformar este sujeto pedagógico inacabado, mediante ‘la función de la pregunta para sostener la apertura del deseo’, para cuestionarnos acerca de las nuevas vertientes que determinarán lo educativo. Esta problemática que irrumpe y crea cierto vacío, ausencia, ante la falta de la presencialidad, nos invita a debatir en la constitución de un nuevo sujeto pedagógico que debe re-pensarse, para encontrar el sentido del cual se lo privó. Superar estas acciones de clase, de carácter dominante que apuestan por prácticas individuales, dar lugar al deseo, a identificarse a través de lo colectivo”.

 

Blues de la pantalla

 “Todo lo pensado y compartido simplemente nos sirve para observar que cada uno de los factores analizados interviene, de distintas formas, en el fenómeno educativo”, avisa el equipo de estudiantes. Y describen, para concluir: “‘La escuela es irremplazable”, afirman intelectuales y funcionaries; pero ‘hay que mantenerse en línea’, responden los mercados, mientras nos ofrecen la última versión de una clase virtual que nos vincula por medio de datos y algoritmos que tampoco resisten la ausencia de una red que los contenga. Mientras, en medio, estamos educadorxs, estudiantes, hijes, madres y a veces padres también, haciendo hasta lo imposible por hacer la tarea (cuando llega, se descarga, se comprende y ¡se aprende!) y llenar el vacío que se constituye ante la máquina detenida y el silencio ensordecedor de las calles vacías. Expresamos angustia e incertidumbre, pero nadie acusa recibo ¿será que preguntamos mal? ¿Será que no entendí la consigna? ¿Qué pasa si no respondo bien y a tiempo? ¿Le pasará a alguien más? ¿Le importará a alguien más? Estas y muchas otras dudas intentamos respondernos en soledad frente a la pantalla fría, muda, pero sobre todo sorda, y que nos devuelve la imagen de la incertidumbre y el desconcierto. Esto no invalida el esfuerzo que cada unx hace por no desconectarse, por no desvincularse. Pero es evidente que no estamos culturalmente preparades para convivir en la complejidad de las redes virtuales”.