Refundar la sociología, después del terremoto macrista

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Atilio Borón estuvo en el Congreso de Sociología que se realizó en San Juan. El sociólogo abordó el tema “Capitalismo actual: exaltación del hiperindividualismo y la disolución de la sociedad”. Antes de su disertación dialogó con Revista La U.

 

Por Susana Roldán

José Carrelli, director del departamento de Sociología de la UNSJ, mencionó en su discurso de apertura que la sociología sentó bases en San Juan cuando fue necesario reconstruir la sociedad luego de las ruinas –concretas y simbólicas- que dejó el terremoto de 1944. En un paralelismo con aquel momento de la historia, Atilio Borón apuntó a utilizar las herramientas de la sociología para salir de “este otro terremoto”.

-¿Es posible que la Sociología sirva para reconstruir una trama social destruida, como lo es en la actualidad?
-Sin duda la Sociología es una herramienta para esa reconstrucción. Estamos en una situación muy crítica, que requiere la concurrencia de muchos sociólogos, politólogos, antropólogos, economistas, para tratar de sentar de nuevo las bases de la sociedad argentina. Que ha sido erosionada muy fuertemente por un experimento con características muy conocidas, que es el neoliberalismo. Las políticas neoliberales no son otra cosa que un experimento donde los seres humanos dejan de ser considerados como tales y pasan a ser, en una forma primitiva y brutal, simples mercancías. Esto produce una destrucción de la trama, de la vida social. Eso es un aliciente para motivar los estudios sociológicos y la formación en Sociología, porque no hay manera de proceder a una reconstrucción de la sociedad, si no es sobre bases serias y científicas. Creo que lo del terremoto del 44 fue un hito que marcó el nacimiento de la Sociología en San Juan y el terremoto socioeconómico y político de un gobierno de derecha radical es otro hito en la historia y ambos concuerdan en que para avanzar, habrá que abandonar ciertas tesis muy tradicionales y aportar a lo que puedan aportar las ciencias sociales en sus diferentes variables, a los efectos de llegar a una reconstrucción de una sociedad más justa, más empoderada, más humanitaria y más democrática.

-Desde algunos sectores, incluso desde otras ramas de la ciencia, hoy se ataca a la sociología y otras ciencias sociales. Se nota mucho con la ciencia económica. ¿Por qué sucede esto?
-Ya se sabe muy bien sobre ese fenómeno llamado “imperialismo de la ciencia económica”, que tiende a pensar que todos los problemas se resuelven a partir del análisis de la política económica. Me parece que ninguna política económica puede ser exitosa al margen de tener en cuenta las condiciones sociales en las cuales se produce y los efectos sociales que desencadena. Ese ataque no tiene ningún sentido, refleja la ignorancia de algunos sectores que piensan que hay una sola verdad: la verdad de la economía. El mundo está lleno de múltiples verdades. El enfoque propio e la ciencia económica no necesariamente es el más adecuado para entender cómo se puede dar este proceso de reconstrucción, sobre todo si ese enfoque no tiene en cuenta para nada las variables sociopolíticas y culturales.

-Desde una visión global de Latinoamérica ¿en qué lugar están hoy las izquierdas?
-En América Latina, durante los primeros 20 años de este siglo, tuvieron un avance importante. En algunos países, lograron procesos de empoderamiento social muy significativo, sacaron de la pobreza a mucha gente. En el caso de Brasil, a 40 millones de personas, en el caso de Argentina, a 12 millones de personas. Son números que no pueden ser subestimados. Obviamente hoy esos procesos están estancados, incluso en algunos ha habido una involución transitoria, como en el caso de Argentina. Estamos con un gobierno que parecía el inicio de un largo ciclo de gobiernos de derecha no sólo en la Argentina, sino en toda América Latina y eso se frustró totalmente. Si hay algo que sabemos, es que este proyecto de gobierno del macrismo tiene como fecha de caducidad el 10 de diciembre, lo cual significa que se abre un período nuevo.

-¿Cómo será ese proceso?
-Algunas de las banderas del ciclo progresista iniciado a fines del siglo pasado van a ser retomadas, por supuesto, con un énfasis diferente. Faltan tres líderes fundamentales en todo este proceso: dos de ellos están muertos, que son Chavez y Néstor Kirchner y el tercero está preso, que es Lula. Entonces, no va a ser igual, pero de todas maneras me parece importante señalar un cambio de rumbo. Que después la pendiente no sea muy acelerada, es otra cosa. Pero es muy importante que el rumbo por el que veníamos transitando no es el mismo y en lo que hace a las izquierdas, hay una confusión muy grande. Sobre todo, en la Argentina, porque el peronismo, como hecho de masas, desafía las visiones más convencionales, dogmáticas, de la izquierda. Muchas veces, la izquierda es más retórica que real en los hechos y termina lavándose las manos u optando por la indiferencia, lo cual es convertirse en cómplice de esta tragedia que ha sucedido en la Argentina.
Creo que ahora hay un replanteamiento de una fuerza que ahora está involucrada en el Frente de Todos, que demuestra una maduración respecto de su diagnóstico sobre lo que son las urgencias en la coyuntura en la Argentina y su responsabilidad para actuar en el marco de un gran movimiento nacional y popular, que esperamos tome un curso que le permita realmente resolver la enorme deuda social económica y política que nos deja el gobierno de Mauricio Macri.