La conciencia crítica de la sociedad

Comparte

Cartógrafos y caminantes son las metáforas a las que recurre el autor para ilustrar el estado de la conciencia crítica y del conformismo social en América Latina y el Caribe.

 

Por Elio Noé Salcedo*

En una época de mucha confusión y de grandes cruces de paradigmas, resulta necesario reflexionar sobre nosotros mismos en el marco de nuestra realidad política, económica, social y cultural, con el fin de indagar precisamente bajo qué paradigmas existimos, vivimos, actuamos, sentimos y pensamos.

En un breve ensayo –Cartógrafos y caminantes en las ciencias sociales– Gustavo Cangiano advierte: “En los tiempos de globalización, los libros y las ideas circulan casi sin restricciones por todo el orbe. Sin embargo, la penuria espiritual y la estrechez intelectual son solo comparables con el derrumbe moral que las acompaña” (1).

Lo llamativo del planteo en lo que a nosotros toca, es que Cangiano hace cargo de dicha degradación, no a los hombres y mujeres comunes sino a “los intelectuales y profesores que presumen de “conciencia crítica” de la sociedad” (2).

Para Cangiano existe “una única escuela monocorde que niega la diferencia, invocándola, y disfraza su carácter totalitario con los ropajes ya demasiado raídos de la “democracia”. A través de este disparador, el crítico analista cuestiona el “paradigma democrático” en el que según su visión se asienta el nuevo orden mundial, en cualquiera de sus dos versiones vigentes: conservador y socialdemócrata (3).

Visítese una librería –argumenta el autor comentado- “y se comprobará que sus anaqueles desbordan de textos confeccionados por autores estadounidenses, franceses, italianos, ingleses que proclaman en todos los idiomas, géneros y niveles discursivos las bondades de la democracia, y que no temen señalar sus falencias porque auguran que ellas serán superadas en breve plazo”. Incluso en la universidad, “se advertirá la gran variedad de autores que los profesores ofrecen a la virginidad intelectual de sus alumnos”. No obstante, “también aquí el pensamiento disonante está ausente, ahogado en el estereotipo que se reproduce a la velocidad de los roedores”, estereotipo que para Cangiano es otra vertiente del “conformismo social” (4).

 

La apología democrática en el nuevo orden mundial

Uno de los patrocinadores de ese “nuevo orden mundial” es Alain Touraine –francés-, quien a través de su libro “¿Qué es la democracia?”, la reivindica como medio de “compensar las desigualdades sociales” al tiempo que apostrofa contra las “utopías” que pretenden abolirlas, es decir contra el pensamiento disidente y las aspiraciones emancipatorias que sobreviven en el Tercer Mundo (5).

Para Touraine, confusamente, “la razón de ser de la democracia es el reconocimiento del otro”, sin reparar que, más allá de nuestra voluntad o deseo, el mundo se divide en países dominantes y países dominados, por un lado, y que la sociedad se encuentra dividida en clases sociales, que pujan cada cual por sus intereses políticos, económicos, sociales y culturales, por otro

Por eso para Touraine, “la idea de democracia se opone a la idea de revolución y no corresponde llamar democráticos a los regímenes que nacieron de las revoluciones del Tercer Mundo” (6). Así, el “otro” se legitima, siempre y cuando responda a los intereses de “otro” otro, que no somos nosotros.

La celebración de los 60 años de la CEPAL en Chile, en 2008, confirma esa línea “democrática” dentro de un “orden mundial indiferenciado” (conservador o socialdemócrata, pero neoliberal al fin), en el que se confunden y parecen coincidir organizadores y panelistas de estas latitudes y el expositor europeo: Alain Touraine (7).

La democracia de Toraine –sostiene Cangiano- es “la democracia, acotada a los límites impuestos por el orden imperialista”, que “constituye el estrecho horizonte intelectual de los escribas bien alimentados como Touraine”. Originario de un país bien alimentado gracias a la revolución industrial (que a nosotros niegan) y a la explotación colonialista, Touraine reconoce “tres tipos de democracia”: el británico, el estadounidense y el francés, en tanto “Estados Unidos, los Países bajos, Francia y los países que siguieron su modelos construyeron estados democráticos” (8), causalmente todos ellos países imperialistas y coloniales.

De lo dicho –aunque breve- se desprende el carácter eurocéntrico y la intención de imponer ese “paradigma democrático” desde una visión dominante, que no nos incluye sino que nos impone el pensamiento aparentemente “democrático” de Touraine y de otros autores internacionales muy de moda entre nosotros, que deberemos revisar con mayor espíritu crítico. Llamará la atención a muchos que Giovanni Sartori, por ejemplo, esté entre los intelectuales “estrellas” que auspician esa “democracia liberal” (en realidad, neocolonial).

Empero, el tema no está solo en las ideas sino en la forma en que se imponen esas ideas en el orden mundial existente, haciendo pasar esas ideas por universales y con la jerarquía que su poder económico les provee, cuando, en realidad, como decía Arturo Jauretche, “lo que ellos llaman universal, es la visión local de las metrópolis” (9).

De ello surge lo de “cartógrafos” y “caminantes”, correlato de la división internacional de trabajo, por la cual, desde las metrópolis, los cartógrafos  manufacturan los mapas conceptuales, y desde las colonias y semicolonias, sujetas al orden internacional en lo económico y cultural, los caminantes de nuestras instituciones culturales, educativas y mediáticas consumen paradigmas, ideas y teorías metropolitanas, sin cuestionarlas.   

 

* Diplomado en Historia Argentina y Latinoamericana.

Notas

(1) Cangiano G. (2010). Cartógrafos y caminantes en las ciencias sociales. Córdoba: Ediciones del CEPEN.

(2) Ídem.

(3) Ídem.

(4) Ídem.

(5) Touraine A. (1995). ¿Qué es la democracia? Montevideo: Fondo de Cultura Económica.

(6) Ídem.

(7)  En 2008, bajo la presidencia de Michel Bachelet, la CEPAL (Naciones Unidas) celebró en Chile sus 60 años de existencia. El principal expositor fue Alain Touraine, profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Francia. ¿Quiénes asistieron? Fernando Henrique Cardoso (Brasil); Ricardo Lagos (Chile); José María Figueres (Costa Rica); Julio María Sanguinetti (Uruguay); y los Secretarios Ejecutivos de la CEPAL: Enrique Iglesias, Norberto González, Gert Rosenthal, José Antonio Ocampo y José Luis Machinea (ministro de Economía de la Argentina entre 1999-2001).

(8) Cangiano, Ob. Cit.

(9) Jauretche A. (1964). Fila, contrafilo y punta. Buenos Aires: Peña Lillo Editor.


Imagen de portada: Alain Touraine (Fuente: Cátedra Alain Touraine. www.iberopuebla.mx/catedra-alain-touraine-0)