Responsabilidad territorial

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Silvia Vega es la directora del proyecto “Bases estratégicas hacia la conformación de Territorios Socialmente Responsables. Jáchal, San Juan”, desarrollado en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Esta línea de investigación lleva diez años de estudio y entre sus objetivos busca dar a los sanjuaninos herramientas para que logren su propio desarrollo.

 

Por Belén Ceballos

El proyecto “Bases estratégicas hacia la conformación de Territorios Socialmente Responsables. Jáchal, San Juan”, pertenece al Instituto de Planeamiento y Hábitat de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. El equipo de trabajo está compuesto por Silvia Vega, directora, Marcela Céspedes, co-directora, y las colaboradoras Graciela Laplagne, María Eugenia Leonardi, Yanina Ruarte y Melina de la Fuente.

Esta línea de investigación se estudia desde hace diez años  y sus puntos de partida fueron el desarrollo local y la responsabilidad social territorial. La arquitecta Vega expresó que uno de los ejes trabajados apuntó a construir, junto a la comunidad, el sentido de gobernanza y coparticipación. Es decir, comenzaron desde procesos participativos que involucran a la comunidad en las decisiones que pueda tomar el gobierno. Además, hay que tener en cuenta la sustentabilidad social, económica, política y cultural. “Un territorio sostenible es el que incluye los conceptos de eficacia, eficiencia y virtud. Eficacia en cuanto a los procesos, eficiencia en la obtención de resultados respecto de los recursos y virtud por cuanto sirve fielmente al propósito para el que se creó”, expresó Silvia Vega.

Además, este proyecto incide en la posibilidad de co-construir con la comunidad proyectos innovadores de índole social, cultural de acuerdo a las necesidades propias que surjan del grupo.

Este trabajo se desarrolló en los departamentos de Jáchal, Valle Fértil e Iglesia. Silvia Vega explicó que este proyecto es la continuación de otro llamado “Modelo de Gestión Pública territorial para el Departamento Jáchal”, cuya propuesta fue construir un modelo de gestión territorial en ese departamento. Además, descubrieron que tiene una localización estratégica, dentro de una región microproductiva, junto con Valle Fértil e Iglesia. Además, los tres están ubicados en torno al corredor Bioceánico, que conectará Chile, Argentina y Brasil.

Por último, Silvia Vega comentó que están en una etapa de ajuste con el objetivo de lograr que la comunidad se apropie de los elementos necesarios para resolver sus propios problemas sin esperar que las soluciones vengan de otros. Por otra parte, se espera que los preceptos de la responsabilidad social sean considerados como una efectiva estrategia de desarrollo integral e inclusivo. Para ello, será necesario seguir explorando el área de estudio e involucrar y movilizar a todas las partes interesadas en su desarrollo hacia un proceso de cambio que se caracterice por la integración equilibrada de múltiples iniciativas y dimensiones (económicas, sociales, culturales, medioambientales) en el que en su dinamismo podrá surgir una nueva sinergia, ocurrir novedosas relaciones y generar nuevos acontecimientos, en pos de un desarrollo territorial. “Las estrategias conducentes hacia la viabilidad de procesos de desarrollo territorial socialmente responsables, se podrán constituir en una herramienta de gestión con capacidad innovadora en el desarrollo sostenible de las comunidades locales”, concluyó Silvia Vega.