Sumak kawsay, buen vivir
Esta filosofía marca el horizonte hacia el que quieren llegar los pueblos originarios de la provincia de San Juan. Reconociéndole a la naturaleza sus derechos y respetándola sin ocasionarle ningún daño ya que, gracias a ella respiran, trabajan, sueñan y continúan de pie luchando día a día. “Revista La U”, dialogó con el pueblo Diaguita de Valle Fértil para conocer la forma en que ellos desarrollan esta filosofía de vida.
Por Belén Ceballos
…“Y mis ojos puneños tan indios que no entienden, cada 12 de octubre… ¿qué festeja la gente?”… con esta frase el cantante Bruno Arias resume la lucha que mantienen desde hace más de 5 siglos los pueblos originarios del país.
En San Juan, las comunidades originarias siguen de pie peleando por el reconocimiento de sus derechos. Actualmente, según el último censo nacional, en la provincia hay 11 comunidades que pertenecen al pueblo Huarpe y 3 al Diaguita. Estas últimas, se encuentran ubicadas en las localidades de Usno, La Majadita y Villa San Agustín en el departamento de Valle Fértil.
El pueblo Diaguita encontró un espacio que le permitió fortalecer su presencia en el departamento vallisto. Esto está reflejado en los proyectos de Educación Intercultural Bilingüe con los que trabajan en la Escuela Pbro. Cayetano de Quiroga de la localidad de Usno, en las actividades que se realizan con la comunidad y en la creación de la Dirección de Pueblos Originarios por parte de la Municipalidad, lo que significó un reconocimiento por parte de un actor social, el Poder Ejecutivo, que siempre tuvo una mirada sesgada respecto de este tema.
El departamento del norte logró avances significativos en esta temática durante el 2016, un caso puntual de esto fue la realización del 1º Congreso Nacional de Turismo Étnico. Carina Calivar, quien es la referente de una comunidad y la que está al frente de la Dirección de Pueblos Originarios explicó que esta actividad fue organizada por un grupo de estudiantes de la Carrera de Turismo, que se dicta en Valle Fértil, quienes además, son miembros de pueblos originarios, junto al Programa Universitario de Asuntos Indígenas, con el objetivo de rescatar aquellos lugares que son sagrados para el pueblo Diaguita.
“Hablar de turismo étnico significa poner en valor la esencia cultural del pueblo que tiene netamente raíces indígenas, es resaltar el patrimonio que tienen desde los petroglifos, las conanas, los miradores naturales que han sido escenario antiguamente de las actividades de los Diaguitas, y sobre todo rescatar el saber de los que hoy están, ya que ese es el resultado de la transmisión que hicieron los abuelos y que debemos compartirlo”, resaltó Carina.
El lema del Congreso fue “El turismo étnico como puente para la interculturalidad y el buen vivir”, al respecto Carina Calivar explicó que se eligió como tema al “Buen vivir” porque los pueblos originarios de Valle Fértil consideran que como personas les falta aprender a vivir en armonía con la naturaleza y sus recursos. Además, resaltó que para su comunidad «buen vivir» significa encontrarse con el otro y trabajar en conjunto para fortalecer la identidad de las comunidades indígenas y de Valle Fértil, que es el lugar donde viven.
“Soy esta tierra, soy mi memoria y soy esta historia”… dice una canción de Raly Barrionuevo, en la que se rescata la mirada que tienen los pueblos originarios. Ellos mantienen vivas sus raíces y buscan fortalecer sus luchas creando lazos y uniéndose para alzar su voz, con el objetivo de afirmar lo logrado en estos años de trabajo. Si bien, nunca dejaron de caminar, hubo momentos en los que su marcha se vio truncada y debieron disminuir la velocidad. Hoy, después de 500 años, siguen de pie y recorren nuevos caminos en busca de otros horizontes que les permitan gozar de todos sus derechos y dejar de pelear por las tierras, el agua, la educación, la salud y por su manera de vivir que se contrapone a la que fue impuesta por Europa en este continente.
