Susana Lage, detrás del telón

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Es una de las pocas dramaturgas de la provincia, feliz con la vocación que tiene no se imagina en otro lugar que no sea dirigiendo obras de teatro. Además, resalta la importancia de contar con el apoyo pleno de la UNSJ para mostrarle a la sociedad, junto a su elenco, aquella magia que genera estar arriba de un escenario.

Por Belén Ceballos

Tema de tapa: La cultura desde las universidades

Susana Lage empezó a escribir a los 14 años y, desde entonces, esto que comenzó como un juego, la atrapó y no lo pudo dejar. Decidió ir a estudiar a Méjico, luego retornó al país y participó de un ciclo de autoras argentinas y una de sus obras fue presentada en el Teatro Cervantes. Allí, tuvo la oportunidad de conocer muchas colegas y eso la ayudó a darse cuenta en qué lugar estaba parada y el nivel alcanzado.
La pasión por el teatro fue algo que se fue dando progresivamente en su vida. Si bien, comenzó a escribir de chica, el día que empezó a dirigir, a rozarse con elencos, con la materialidad de la obra, con el contacto del quehacer teatral, esto se volvió una adicción y nunca más pudo salir. Son muchas horas de trabajo demandadas por esta actividad, entre ensayos y puesta en escena. Sin embargo, esto el espectador no lo ve ya que solo se sienta y ve el producto final. Es por eso que, Susana afirma que te debe enamorar el teatro “sino es muy difícil que te quedes con él”. Por otra parte, siente como un privilegio haber tenido un espacio en la Universidad para desarrollarse y contribuir para que otros también lo hicieran, un claro ejemplo de eso, es el elenco de teatro dirigido por ella actualmente. El elenco se formó en el año 2003 y desde entonces, todos los años pone en escena una obra, ya sea de su autoría o de otro dramaturgo.
Ser dramaturgo es muy difícil, es un género muy complicado de lograr. Por lo tanto, quienes se dedican a escribir tienen una tarea muy compleja ya que deben contar una historia con ciertos requisitos técnicos, si no se los manejan, se nota y puede tomarse a mal. Por ejemplo, lo central en teatro es que exista un conflicto, si este no está presente, no tiene sentido. Es por eso que no hay muchas personas dedicadas a escribir obras de teatro, en comparación con quienes se dedican a la narrativa. A Susana Lage, haber publicado las obras de su autoría le permitió llegar hasta el Teatro Cervantes y logró el reconocimiento de la gente junto con el disfrute de lo que a ella le hacía feliz. Todas sus obras han sido representadas y eso es algo muy bueno porque significa que su trabajo llegó muy lejos.
En cuanto a la dirección, Susana se dio cuenta que lleva mucho tiempo haciéndolo, por lo tanto descubrió que no le gustaría que fuera el elenco de “Susana Lage”, sino más bien, la idea es dejar a otras personas al frente y sea el elenco de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Por lo tanto, decidió invitar a colegas a dirigir obras. Por otra parte, a modo de evaluación considera a este año muy positivo, en especial por las repercusiones que tuvo la obra “La tierra no es cuadrada”, ya que se logró consolidar el grupo y hacerlo más conocido en la provincia. Por ejemplo, los invitaron de Radio Sarmiento a participar en los festejos por el 50° Aniversario, y les pidieron que representaran un radio teatro ambientado en la década del ´50.
“La tierra no es cuadrada”, una obra escrita y dirigida por Susana, es la última obra montada con el elenco de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Es una historia contada para niños, una fábula con 5 animales dirimiendo acerca de la forma que tiene la tierra, ellos debaten respecto de la verdad y la justicia. En el medio, se cuelan otros temas como ciertas irregularidades, entre los que aparecen las coimas, la seducción de ciertas ofertas, contra defender la verdad. Finalmente gana la verdad ya que se descubre, la tierra es redonda y no cuadrada.
Según Susana Lage, hoy el sanjuanino se anima a explorar nuevas manifestaciones culturales y las legitima yendo a verlas, y esto no solo se da con el teatro, también pasa con los museos, los coros, entre otras. En el caso del teatro, la aprobación de la Ley Nacional del Teatro, hizo que esta actividad se federalizara, es decir, se rompió con la concentración en Buenos Aires y se empezó a repartir dinero hacia todas las provincias, lo cual favoreció el surgimiento de elencos y teatros independientes. Esto a su vez, motivó a la gente a volver al teatro, cuando llega la fecha de la teatrina, es increíble ver la cantidad de público, en especial joven, que concurre.
Por último, resaltó la superstición que envuelve a los teatreros, y se refirió a la magia que se genera en un escenario y que es necesario aprender a cuidarla. El teatro es una forma de ser feliz y a pesar del malestar, frustraciones o carencias, el artista siempre es feliz y ella no podría hacer otra cosa que no sea teatro. //