Un cambio de paradigma en la comunicación audiovisual del país

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A un lustro de la promulgación de la Ley 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual, el periodista Eduardo Aliverti dialogó en su programa “Marca de Radio” con tres destacados especialistas de la comunicación y del derecho. Revista La Universidad reproduce parte de ese intercambio.

Luego de un intenso debate federal y legislativo, el 10 de octubre de 2009, el mismo día del aniversario de la Universidad Nacional de San Juan, cobró estatus de ley el texto conformado por 166 artículos concebidos para democratizar la comunicación audiovisual en Argentina. Es la Ley 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual, un anhelo de extensa duración que empezó a forjarse desde el mismo retorno de los argentinos a la vida en democracia, en 1983. A cinco años de su entrada en vigencia, el periodista Eduardo Aliverti reunió en su programa “Marca de Radio” (AM 910, La Red) a Graciana Peñafort, Martín Becerra y Glenn Postolsky.

Presentación
Eduardo Aliverti: -Graciana Peñafort es abogada, trabajó junto a Gabriel Mariotto en la AFSCA, mientras éste fue su titular. Muchos la conocieron recién cuando defendió al Estado en la audiencia convocada por la Corte para tomar una decisión sobre la Ley. Hoy no está en AFSCA, es directora de Asuntos Legales y Jurídicos en el Ministerio de Defensa. Martín Becerra es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, profesor titular de las universidades nacionales de Quilmes y de Buenos Aires e investigador independiente en el CONICET, además de autor de varios libros sobre temas vinculados a medios y legislación. Estuvo telefónicamente varias veces con nosotros. Y Glenn Postolsky es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UBA; en octubre del año pasado fue elegido Decano de la Facultad de Ciencias Sociales. Glenn es además Master en Periodismo y Medios de la Universidad de la Plata y también es investigador y docente.

Graciana Peñafort: -Aún hoy el universo mediático argentino está altamente concentrado, en parte por la larga batalla judicial que dio el Grupo Clarín y que impidió la plena aplicación de las normas que hacen a la desconcentración, mientras que por otro lado el Estado no ha sabido todavía encontrar la manera de habilitar de modo efectivo nuevas voces. Igual esto es parcial, porque no es lo mismo la situación en Capital Federal, donde todavía no ha habido concursos ni procesos de normalización y de ordenamiento del espectro, algo que sí ha sucedido en el país. ¿Es un mero conteo de licencias la presencia de la Ley? No lo creo. Me divierten algunos diarios que suelen decir eso, digo, en cada lugar donde una cooperativa se habilitó. Me acuerdo que teníamos vistas las primeras 40 licencias de cooperativas y nos llegó una cautelar para que no las diéramos. Y sucede con los procesos de adecuación, que cada vez que el titular de AFSCA va a tomar una decisión, el Grupo Clarín se dedica a enviar cartas documentos tratando de amedrentar.

Aliverti: -¿Siguen las chicanas de Clarín que demoran todo?

Peñafort: -Siguen y aparte adoptan distintas formas porque a veces es Clarín y a veces son algunos grupos más chicos pero que son absolutamente útiles a los intereses que no aplican la Ley. Sinceramente creo que deberíamos pensar por qué la demora en reeditar los concursos de televisión, eso es una deuda pendiente del Estado. Además, hay canales nuevos, lo que pasa es que todavía para el 55 por ciento del público que sólo tiene Cablevisión, esos canales no existen. Yo he acompañado a los compañeros de Córdoba de 24 Noticias, señal del Estado de la Universidad Nacional de Córdoba, que han tenido que ir con un oficial de Justicia para incorporar la única señal de noticias que se puso en el interior del país a la grilla del cable. Entonces es difícil la diversidad cuando siguen siendo pocos los que deciden qué se pone y qué no.

Martin Becerra: -Creo que a cinco años las expectativas y los objetivos de la Ley en su mayor medida no han sido cumplimentados. Son objetivos que representan un cambio respecto de cuál es la habilitación, la potestad, las reglas de juego del espacio público mediático en Argentina. Eso va más allá incluso de la letra particular de la Ley y de la evaluación que podamos hacer respecto de estos cinco años de política de medios que, en mí caracterización, muchas de esas políticas no estuvieron articuladas con la Ley, ni con lo objetivos ni con la letra de Ley. Hay una labor de resistencia para cumplimentar la Ley de parte de los grupos concentrados, no solamente de Clarín. Digamos, en el caso de Córdoba 24 Noticias, tampoco DirecTV, que tiene la obligación de subir esa señal. Grupos concentrados como Telefónica, DirecTV, Vila-Manzano también han presentado resistencias a su manera. Los grupos en su relación con el Estado pueden ir o con una posición muy firme como la de Clarín, o tienen otras maneras de resistirse, a veces maneras más amistosas, pero que en definitiva cuando uno hace la evaluación a la hora de contrastar si la Ley se cumple para ese grupo o no, finalmente no se cumple.

Una cancha diferente
Peñafort: -Hay una conquista que implicó la sanción y la constitucionalidad de la Ley, que me parece que es lo relevante en términos de marcar una cancha diferente. Eso tiene un impacto, que no se da de manera inmediata. Porque de un día para el otro la adecuación no se dio en esa dinámica, son procesos más complejos en términos políticos. Como señalaba Martín en relaciones y estrategias desde los mismos grupos concentrados y también del mismo Estado, que se va acomodando a una nueva situación. Digo, hay muchas deudas pendientes en términos de cómo pensar la aplicación de la Ley.

Aliverti: -Está bien, pero vos resaltás la victoria jurídica. Insistís en subrayar en que primero tengamos en cuenta eso.

Postolsky: -Más que jurídica, democrática. Me parece que eso es el punto de inflexión que se comenzó a vivir cuando hace cinco años en esa noche se producía un hito que era histórico que en un gobierno democrático se sancione una Ley que vaya en contra de las corporaciones mediáticas. Del 1983 a 2009 esto parecía ficción para muchos de nosotros.

Después de Clarín
Aliverti: -Uno piensa por ejemplo en el espectro y la adecuación del plan técnico para entregar radios a nuevas voces. Aquello del tercio para el sector público, el tercio para el sector privado, el tercio para el sector público no estatal. Pero, por ejemplo los diales, las FM sobre todo, son todas de zonas de conflicto, habría que avanzar en una adecuación de plan técnico que tarda muchísimo. Pero en algún momento hay que tomar la decisión política de empezar a entregar a las nuevas voces que pudieran existir. ¿Todo eso dependía de pelearse con Clarín? Yo creo que no.

Peñafort: -Creo que no todo dependía de pelearse con Clarín ni con nadie. Cuando se sancionó la Ley por ejemplo se abrió el primer registro de radios que existió en el país. A mi me pasó como Directora de Jurídico tener que notificar a una radio a siete domicilios distintos o no saber de quiénes eran la mayoría de las emisoras. Y no porque fueran delincuentes que les gustaba no decirlos sino que estaban quienes hacían ventas sin declararlas, inclusive hoy están quienes intentan hacerlas, como la situación que se da en muchos lugares del interior, Juan tenía una radio, Juan envejeció y la radio la siguieron explotando sus hijos. Eso para Ley es delegación de explotación y significa que la radio no está siendo explotada por su titular. Me acuerdo de los primeros seis meses tratando de armar el mapa de medios real de la Argentina, porque lo único que existía como mapa era el de los grandes medios, y la Argentina es mucho más que los grandes medios. Creo que la Ley es un cambio de paradigma. El cambio de paradigma no sólo lleva a la sociedad a discutir el rol de los medios y de los periodistas sino al propio Estado también a discutir como interactúa en relación a los medios. Entonces ¿qué hacés con miles de radios que no tienen sus papeles en orden? Creo que no es porque se vio la pelea con Clarín el resto se dejó de hacer. Lo que pasa es que el resto es una de esas tareas, como ordenar el placard. Hay una tarea de ordenamiento, que tiene que ver también con el ordenamiento del espectro, también con implementar aspectos que tenían que ver con la financiación de los nuevos contenidos que se han ido llevando adelante. Lo que pasa es que no tienen, si se quiere, la visibilidad o el chisporroteo que tienen algunas cuestiones donde los propios interesados juegan.

Becerra: -Lo del plan técnico es fundamental en el sentido de que es una información básica imprescindible para formular una política.

Aliverti: -Cuántas radios y cuántos canales entran en cuál banda para hacer qué.

Becerra: Exactamente. Y el espectro es un recurso de toda la sociedad. En consecuencia creo que ahí hay una mora. Me parece que en eso hay un acuerdo. Ahora, pensando más a futuro, o sea pensando hacia delante. Es posible que esta demora en tener un plan técnico se deba en parte a que se proyecta sobre cualquier posibilidad de contar con esa información, lo que ocurre en las grandes ciudades argentinas, no así en el resto del territorio, pero en las grandes ciudades te vas a encontrar con una saturación sobre todo en las bandas de las FM. Y eso, digamos, efectivamente activa la necesidad de tomar decisiones respecto. Que pueden ser decisiones muy antipáticas para algunos sectores. Te vas a pelear con amigos, con adversarios, con desconocidos, te vas a pelear con muchos. Ahora, es una información que no podés no tener a la hora de formular políticas audiovisuales. Además, hay una parte del sector llamado sin fines de lucro, de los sectores comunitarios, alternativos, etc., en las grandes ciudades argentinas, que tienen un estado de precariedad a la que se le han dado permisos nuevamente precarios. La Ley claramente plantea otra situación. Su objetivo no es continuar un estado de precariedad que se arrastra desde hace muchos años, sino terminar ordenándolo, regulándolo con un principio de justicia en este reparto y de reserva del 33%.

Aliverti: Glenn, ¿qué pensás al respecto de todas estas moras?

Postolsky: -Estoy de acuerdo de que en su aplicación la Ley tiene cuentas pendientes. Por eso yo te decía que la referencia es lo de la temporalidad y lo de también cómo adecuar al Estado. Es muy difícil poner al Estado en relación con actores sociales diferentes a los que históricamente han marcado cierta dinámica y ciertas costumbres. Y me parece que una de las cosas que forman parte de los desafíos es cómo establecer esas nuevas relaciones del Estado con estos sectores de la economía social, de los sectores emergentes en términos de derecho comunicacional. Primero ahí hay que construir una cultura del Estado diferente que forma parte de las apuestas que tiene que ver con la aplicación de la Ley. Y por otro lado, no creo que ese sector hoy esté más precario. Ese sector era el sector al que le decomisaban los equipos de un día para el otro. Eran sectores que estaban en el límite del abismo de la imposibilidad de ser sujetos de derecho. Hoy están reconocidos como tales sujetos. Por supuesto tiene que estar el plan técnico, es lo que todo el mundo está esperando que aparezca como forma ordenadora allá donde existen zonas conflictivas. Pero me parece que hay un lugar de ese derecho adquirido por todos los actores del sistema y con el reconocimiento del 33% por supuesto, una categoría cualitativamente diferente para quienes provienen del sector no lucrativo, que es también un umbral distinto.

Contenidos
Aliverti: -Una vez que en el mejor de los casos tenés la herramienta, después tenés que pensar que debés tener buena programación, buenos programas, buenos locutores, buenos periodistas…

Peñafort:
Empleados en blanco.

Aliverti: -Yo creo que el Gobierno descuidó la capacitación. Te digo sinceramente, lo digo con dolor, pero digo, la política de fierros sin contenidos. Esto me parece todo un tema.

Peñafort: -Creo que hubo muchas políticas de producción de contenidos que tal vez en el proceso se agotaron. Por ejemplo a mi la experiencia del Aqua y el Baqua, me parecían que eran bancos de contenidos, me parecían súper interesantes aún asumiendo que tal vez los primeros productos que iban a tener ambos bancos iban a ser productos noveles en términos de nuevas productoras, de nuevas cosas. Me parece que lo que tenemos que ver es cómo termina el proceso. Yo creo que ha habido políticas. Si vos me preguntás, por ejemplo el FOMECA, que es el fondo para programas, nadie aprende a hacer. A producir contenidos y todo eso, también se aprende. Lo reitero, yo creo que la deuda pendiente es la apertura de nuevas voces.

Postolsky: -Me parece que la dinámica de la cotidianeidad no aparece dentro de los cinco temas de la agenda. Esos cinco temas de la agenda los construyen los mismos medios que quieren que no aparezca. Los temas centrales que forman parte de esa preocupación están construidos de la matriz en cómo los medios más concentrados definen los grandes temas de la agenda. Igual me parece que los efectos son más de mediano y largo plazo, más en términos culturales. Estos cambios de cómo se producen nuevas formas de hablar, de construir otros tipos de contendidos audiovisuales. Me parece que hay que poner el eje en cómo garantizar que estas políticas se profundicen y se sostengan.

Becerra: -Creo que el ejemplo de la Televisión Digital Abierta, de los decodificadores que se entregaron gratuitamente, expresa lo que Eduardo Blaustein llama el Fierrerismo Comunicacional del Gobierno, que es una lectura bastante pobre que, para ser justo diría no es un problema únicamente de este Gobierno sino en general del estamento político que se maneja con lo que en las Carreras de Comunicación llamamos Aguja Hipodérmica. Con una lógica de que brindarles contenidos a las sociedades y tomar el aparto de los medios implica automáticamente un cambio de estilos, de gustos, de usos, de rutinas y de inercias culturales en la sociedad por una decisión política. Lo que demuestra para mí no solamente la Argentina sino otros países con experiencias de políticas de medios, el tema de la TV Digital es que no es tan fácil, es decir que una sociedad que lleva dos o tres décadas consecutivas de consumo de TV de pago por cable o satélite, con una enorme penetración de ese sistema, con grandes conglomerados que son los titulares de los sistemas de provisión de televisión de pago, no cambian de la noche a la mañana porque vos le pongas un decodificador y 20 canales que algunos de ellos pueden no ser para nada atractivos, pueden no sintonizar bien con las rutinas de consumo y de uso de medios de comunicación que tiene la sociedad.

Aliverti: -Tampoco cambiás lo que significa culturalmente Clarín de la noche a la mañana.

Postolsky: -Tampoco, y quisiera agregar una cosita más. A la hora de pensar la sostenibilidad de nuevas voces hay que poner en la discusión qué tanto el Estado ayuda a los medios comerciales y qué reglas de juego tenemos para el reparto de todo ese dinero o esos recursos públicos que se ponen a disposición del conjunto del sistema de medios. Y nos es un problema únicamente de los sin fines de lucro. Es un problema que también tienen los grandes empresarios de medios. Acá no hay una burguesía comunicacional próspera que no tiene aversión al riesgo, no, no. Estamos hablando de un sistema de medios bastante enclenque, que siempre necesitó desde sus principios la asistencia estatal para funcionar.

 

Fuente de la imagen: http://agepeba.org/